Se realiza la vendimiada a mano, llegando la uva rápidamente a la bodega donde se selecciona con esmero.
La uva llega en cajas de pequeño tamaño, con lo que se evitan aplastamientos y roturas de racimos. A partir de ahí, empieza un proceso meticuloso de selección, bajo la exigente supervisión de nuestro enólogo.
Los racimos pasan por la mesa de selección donde se desechan los posibles racimos defectuosos que se hayan vendimiado por error. Esto supone una doble selección de la uva , ya que previamente ha sido seleccionada en el viñedo mediante la vendimia manual, y después en la bodega.
Esta sala esta equipada con la ultima tecnología para extraer toda la calidad de nuestra materia prima más preciada.
Nuestra filosofía de elaboración se basa en vinificar según la variedad y el tipo de terreno, obteniendo así diferencias sustanciales en función de cada parcela. Por eso nuestros depósitos de fermentación son de pequeño volumen (5.000 litros), de acero inoxidable, y con control de temperatura.
Debido a nuestros bajos rendimientos en el viñedo, utilizamos un depósito de 5.000 litros para vinificar la uva procedente de una hectárea de terreno. Así nos permitimos seleccionar, no solo por variedad de uva, sino también por tipo de suelo, ya que en función del terreno, aún tratándose de la misma variedad, los racimos maduran en diferente momento y así podemos esperar a que toda la uva de cada parcela esté en óptimas condiciones de maduración.
En la sala de elaboración, estabilizamos de manera natural los vinos que se van a embotellar, utilizando un sistema de ventilación automatizado que introduce el aire frio del exterior cuando la temperatura invernal es suficientemente baja. Por ello se puede decir que es un proceso ecológico, ya que el gasto energético es muy inferior, y la calidad obtenida es mucho mayor que en otros procesos industriales donde se eliminan propiedades organolépticas de los vinos. Es un proceso lento que transcurre a lo largo del invierno.
La Bodega cuenta con un laboratorio propio de ultima tecnología, lo que permite un mayor control en todos los procesos de elaboración y conservación del vino.